sábado, 28 de marzo de 2020

CUENTO: Un bicho llamado Coronavirus.


Un bicho llamado Coronavirus

Había una vez un bicho muy muy  pequeño llamado “coronavirus”, que nació en  un país llamado China. Este bicho nació para hacernos la guerra a las personas, no tenía piernas y se desplazaba saltando. Para él su mejor casa eran el cuerpo de las personas. El bicho sabía que si alojaba en alguna persona a esa persona le daba la gripe y se ponía enferma. Cuando una persona que tenía el bicho alojado, cualquier cosa que tocase se quedaba impregnada del bicho. Y así se iban enfermando todas las personas, que era lo que el bicho quería. Había personas que no soportaban la gripe y fallecían. Así que decidieron que todas las personas debían quedarse en sus casas para no propagar el bicho. Pero cuando decidieron esto, varias  personas de China ya habían viajado a otros países, como Italia, Francia, Estados Unidos, España…. y tenían el bicho impregnado. Así se propagó por todos los países.
Aquí en España nos prohibieron salir a la calle, solo  podía salir un adulto, siempre y cuando fuese a comprar lo imprescindible como comida o medicamentos. También nos explicaron cómo protegernos del bicho: lavándonos las manos, tapandonos con el codo al toser o estornudar, no tocarnos los ojos, la boca o  la nariz, no dar besos ni abrazos.
Aquí en España como en otros países, las personas no paraban de enfermar y muchas morían. Todo era un caos. 
Tanto personal sanitario, policías, ejército, transportistas, personal de farmacias, personal de tiendas de alimentación como cualquier otra persona que podía ayudar en lo que fuese, ahí estaban luchando para ganar la batalla al bicho.
En todos los países los investigadores no paraban de trabajar por intentar sacar antídoto para poder matar al bicho.
Un día nos despertamos con la buena noticia de que en China ya habían descubierto el antídoto que lo mataba. Así que se le fue inyectado la vacuna a todas las personas y el bicho falleció.
Con toda esta enfermedad que hemos vivido en la que han estado enfermas muchísimas personas y han fallecido también muchas, hemos aprendido que no importa de qué países seas, el dinero o bienes que tengas, todos somos iguales y todos debemos de ayudarnos unos a otros, porque este mundo es de todos y debemos de luchar por él y así todos  podremos vivir felices junto a nuestras familias y seres queridos.


Andrés Contreras García 1ºA

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